La MARCA de la BESTIA

¡ya está aquí!

por Herbert W. Armstrong

 

¿Sabe usted si tiene o no esta marca? Sin ella, nadie podrá comprar ni vender. Sin ella, ¡usted podrá ser torturado, quizá hasta la muerte! Pero quienes la tengan ¡sufrirán las ÚLTIMAS SIETE PLAGAS DE DIOS!

 

 

A

LGUNOS SOLÍAN DECIR que la mística "marca de la bestia" eran las fasces de las antiguas monedas de 10 centavos de dólar. Durante la segunda guerra mundial muchos dijeron que era la esvástica de Hitler.

     No ha habido un tema más intrigante y desconcertante para nuestra generación. Acerca de él se han predicado miles de sermones por quienes profesan ser ministros y evangelistas, sin saber qué es. La curiosidad ha acosado a millones de personas.

 

Sólo citan un texto

 

     He aquí el único pasaje que normalmente citan aquellos que tratan de explicar esta misteriosa marca: "Y [la segunda bestia] hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre" (Apocalipsis 13.16-17).

     Tomando este único pasaje como base, de costumbre los oradores sacan todo un sermón de su propia imaginación. Puesto que no se podrá comprar o vender sin esta misteriosa marca, y como todos desean poder comprar o vender, entonces ¡uno podría deducir que debería buscar por todos los medios recibir esta marca!

     Pero hay cierto pasaje de la Escritura que rara vez se incluye en los sermones:

     "Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios… y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas… Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen" (Apocalipsis 15.1, 6; 16.1-2).

     Los que tienen la marca de la bestia, recibirán las siete últimas plagas de Dios, ¡y aquellas plagas serán indescriptiblemente horrorosas!

 

¿Cómo saber lo que es?

 

     Hay muchas otras referencias a este tema en la Biblia. En lugar de examinar únicamente un pasaje y desviarnos luego de lo que Dios mismo ha revelado acerca de este misterio y de usar la imaginación humana y la fantasía de las múltiples y ridículas conclusiones que le han lanzado a un público engañado hombres desprovistos de entendimiento, veamos lo que Dios dice que es esta marca en realidad.

     Sin dar lugar a equivocaciones, Dios nos dice claramente lo que es. Está revelado y explicado en forma clara e inequívoca en la Biblia. No obstante, para encontrar las respuestas de Dios debemos tener ante nosotros todas las escrituras que se refieren a este tema.

     Primero, nótese lo siguiente en el texto universalmente citado (Apocalipsis 13.16-17): La marca tendrá amplia aceptación popular. La mayoría de la gente estará a favor de ella y la buscará. Será algo acostumbrado y considerado correcto.

     Todo el mundo quiere poder "comprar y vender". Esta expresión significa el poder comprar. No se trata de que las tiendas o aquellos que venden las cosas necesarias para la vida diaria se nieguen a aceptar el dinero de la persona que no tiene la marca de la bestia. Se refiere más bien al hecho de que alguien que se niegue a tener la marca no podrá comprar, no podrá ganarse la vida, ganar un salario o establecer un negocio.

     La "marca de la bestia", entonces, está directamente relacionada con la capacidad para tener un negocio, tener un empleo y ganarse la vida. Veamos ahora los hechos que Dios revela acerca del tema de la marca. Examinemos las escrituras que están relacionadas con ella.

 

¿Qué es la bestia?

 

     Examinemos primero lo que es la "bestia", porque la "marca" es de la bestia. Esto está explicado en los primeros versículos del capítulo 13 del libro de Apocalipsis.

    El apóstol Juan, hablando de esta visión profética, escribió: "Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad" (versículos 1-2).

     Ya hemos identificado esta extraña bestia en la primera parte de este folleto.

     Daniel 7 nos revela que estas bestias, o animales salvajes, simbolizan GOBIERNOS civiles o imperios mundiales. La primera bestia que describe Daniel era como un león, y representaba al Imperio Caldeo de Nabucodonosor, llamado Babilonia. La segunda bestia era como un oso, y representaba al Imperio Persa. La tercera, con cuatro cabezas, era como un leopardo, y representaba al Imperio Grecomacedonio de Alejandro Magno y las cuatro subdivisiones que surgieron después de la muerte de él. Y la cuarta bestia, diferente de cualquier animal salvaje, era el Imperio Romano, el cual se tragó y absorbió a todos los demás, y reunió las características físicas y militares más fuertes de todos sus predecesores.

     Esta bestia de Apocalipsis 13 tiene la boca de un león, la parte más fuerte del mismo; las patas de un oso, lo más fuerte de este animal; y el cuerpo de un leopardo. Un solo imperio representa entonces la fuerza de todas las bestias descritas en la profecía de Daniel. Se trata del Imperio Romano.

     Téngase en cuenta que el "dragón" dio a este imperio su trono y su poder y gran autoridad. En Apocalipsis 12.9 y 20.2 se revela claramente que el dragón es Satanás el diablo. Este imperio es entonces el instrumento político de Satanás para gobernar y engañar al mundo.

 

¿De quién es la marca?

 

     Obsérvese bien lo siguiente: La marca es de la bestia, y la bestia es el Imperio Romano. En Apocalipsis 17 se describe una etapa ulterior de esta bestia salvaje, y allí una "mujer", una gran iglesia, se sienta sobre la bestia, la guía y la rige. Pero la marca es la marca del Imperio Romano, no de la iglesia.

     Este es el hecho número uno. Tengámoslo en cuenta.

     Ahora en Apocalipsis 13.11 se describe otra bestia, la cual tenía dos cuernos como de un cordero, pero hablaba como un dragón.

     Esta segunda bestia de Apocalipsis 13 también se describe en Apocalipsis 17 como la ramera que cabalgaba sobre la bestia. Esta mujer incasta, o iglesia, es diferente de todas las demás iglesias en un sentido. Está organizada como un gobierno civil, al igual que como una institución eclesiástica. Las naciones del mundo envían embajadores a ella, al igual que los envían a las demás capitales del mundo.

     Esta iglesia, como la mujer que cabalga sobre un animal lo guía y lo dirige (como una mujer que monta a caballo), asume el poder y ejerce todo el poder sobre la primera bestia, la cual es el Imperio Romano. Después del año 554 de nuestra era, la iglesia ejerció este poder durante 1.260 años, tal como había sido profetizado.

     Tengamos en cuenta además lo que se revela en Apocalipsis 13.15-16:

     "Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo aquel que no la adorase. Y hacía que a todos… se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente".

     Tenemos aquí una iglesia engañada por Satanás y por lo tanto usada por él para engañar al mundo. Obsérvese que esta iglesia de hecho no mata ella misma a estos mártires, sino que simplemente hace que los maten. Y hace también que todos los que están bajo su dominio reciban la espantosa marca de la bestia.

 

La marca de Roma

 

     Obsérvese cuidadosamente que el texto citado arriba nos dice lo siguiente:

     1) El líder que dio origen al gobierno civil humano en la iglesia lo hizo basándose en el modelo del gobierno del Imperio Romano.

     2) "Hacía que a todos" se les pusiese esta marca. Es la iglesia, no el gobierno civil, la que hace que esta marca se le ponga a la gente.

     3) Es el mismo poder el que causa el martirio de los santos.

     4) Este poder le hace poner a la gente la marca de la bestia, es decir, la marca del Imperio Romano, no la marca de la iglesia.

     5) Esta marca se pone en la mano derecha o en la frente.

     O sea que la marca es la del Imperio Romano, la cual esa iglesia hizo o hará que sea puesta sobre la gente del mundo occidental.

 

Dos martirios

 

     Obsérvese ahora cuándo fueron muertos estos santos. Esto nos mostrará cuándo es impuesta la marca de la bestia.

     "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?" (Apocalipsis 6.9-10).

    Aquí se habla de los mártires de la Edad Media, quienes ya habían muerto, según lo indica esta visión, la cual se refiere aproximadamente a nuestros días.

     Ellos saben que Dios dice: "Mía es la venganza". Ellos saben que los juicios de Dios en contra de esta iglesia falsa perseguidora y engañadora, según están descritos en Apocalipsis 18, han de ser siete plagas que se derramarán en la presencia del Cordero, cuando tenga lugar la segunda venida de Cristo. Esto lo podemos leer en Apocalipsis 18.

     A estos santos muertos se les representa clamando a Dios: "¿Hasta cuándo?" O sea que esto ocurre antes de la segunda venida de Cristo y de las siete plagas que vengarán su martirio. La historia nos dice que en la Edad Media se dio muerte a más de 50 millones de personas, muchas de ellas por asirse de la fe de la Biblia y de la obediencia a Dios en lugar de obedecer a esta iglesia gobernada por el hombre y por el diablo.

     Veamos ahora lo que debe ocurrir una vez más antes de las siete plagas y de la venida de Cristo:

     "Y se les dieron vestiduras blancas [que simbolizan justicia y pureza], y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos" (Apocalipsis 6.11). Cristo no vendrá a vengarse de esta gran iglesia falsa ¡hasta que haya habido otro gran martirio!

     ¡Entendámoslo bien! Hubo un martirio. Aquellos santos ya han muerto. Su resurrección ocurrirá cuando Cristo regrese a la tierra, ¡cuando sus juicios se hayan derramado sobre esta falsa Babilonia y las iglesias que ha engendrado!

     Pero aún ha de haber otra gran persecución y martirio de santos, ¡inmediatamente antes de que Cristo regrese para vengarse de las fuerzas del mal! ¡Tenemos entonces dos martirios universales!

     El gran martirio que se acerca es la GRAN TRIBULACIÓN (Mateo 24.9,. 21-22). Esta tribulación no será la ira de Dios representada por las últimas plagas. Será la ira de Satanás (Apocalipsis 12.12), infligida contra el verdadero pueblo de Dios por una confederación de 10 países europeos, ya próxima a formarse; la cual obedecerá el mandato de la iglesia apóstata.

     Será una persecución, una tortura; un martirio de los santos de Dios, de los elegidos que no pueden ser engañados (Mateo 24.24). Si aquellos días de la gran tribulación no fuesen acortados, nadie quedaría con vida. Pero POR CAUSA DE LOS SANTOS PERSEGUIDOS DE DIOS, aquellos días serán acortados.

     Dios intervendrá. Cristo vendrá pronto.

 

Una marca antes y ahora

 

     Comparemos ahora estas escrituras: En Apocalipsis 17, donde se representa a esta misma iglesia como la mujer que cabalga sobre la bestia, el apóstol Juan escribe: "Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús" (versículo 6).

     Además, en Apocalipsis 20.4 leemos: "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años".

     ¡Ahora veamos por qué muchos millones de personas fueron, y serán, martirizadas! Fue porque se negaron a recibir esta marca de la bestia, ¡se negaron a unirse al culto de la iglesia y del imperio! ¡Obedecieron a Dios más bien que al hombre! Sus vidas fueron gobernadas por Dios. Fueron llamados de este mundo para que no fueran más parte de él. Fueron los hijos, los herederos, los futuros ciudadanos del REINO DE DIOS, no de los reinos de los hombres.

     Ahora obsérvese bien lo siguiente: Ellos estaban, como Dios lo ordena, sujetos al gobierno del hombre. No opusieron resistencia sino que se sometieron al castigo. Fueron torturados, ¡se les dio muerte!

     No obstante, cuando hubo conflicto entre el gobierno de Dios y el gobierno del hombre, obedecieron al gobierno de Dios. Al regreso de Cristo para regir la tierra como Rey de reyes, ellos serán sacerdotes y reyes y ¡gobernarán al mundo bajo la autoridad de Cristo!

     ¿Entendemos lo que esto claramente revela? Los que fueron martirizados hace más de mil años fueron muertos PORQUE no adoraron a la iglesia, no se conformaron a su idolatría, sus creencias paganas y sus costumbres ni adoraron al llamado "Sacro Imperio Romano", y ¡PORQUE se negaron a recibir la MARCA de la bestia!

     Esto significa que ¡la marca de la bestia es algo que se le imponía por la fuerza a la gente, bajo la amenaza de muerte, hace más de mil años! La marca de la bestia existía y ¡fue impuesta hace más de mil años!

     Ahora bien, puesto que aquellos que tienen la marca de la bestia sufrirán las siete últimas plagas al retorno de Cristo, ¡la horrible marca será impuesta una vez más! ¡Y aquellos que se nieguen a recibirla serán martirizados cuando venga la gran tribulación!

     Ahora empezamos a esclarecer verdaderamente este desconcertante tema.

 

La advertencia del tercer ángel

 

     Se acerca ya la hora cuando densas tinieblas espirituales cubrirán la tierra, cuando a ningún ser humano se le permitirá predicar el verdadero evangelio de Cristo. Debemos trabajar mientras es de día; la noche se acerca con rapidez cuando ningún hombre podrá trabajar para Dios.

     En aquel entonces Dios enviará a los ángeles con su advertencia final para estas naciones apóstatas dirigidas por la gran iglesia engañadora, como un testimonio final en su contra. Tres de estos mensajes angélicos fueron escritos de antemano en Apocalipsis 14. Leamos la advertencia final del tercer ángel:

     "Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios" (Apocalipsis 14.9-10). La "ira de Dios" son las siete últimas plagas, ¡derramadas inexorablemente y con toda su fuerza!

     Esto nos muestra que aunque la marca fue puesta sobre todos (con excepción de los mártires) hace más de mil años, sigue siendo la marca del cristianismo tradicional en nuestros días, y nuevamente va a ser impuesta por la fuerza.

     Una vez más aquellos que se nieguen a recibirla serán martirizados. ¡Pero aquellos que la reciban sufrirán la ira inexorable de Dios!

     Cada uno de nosotros tendrá que escoger pronto a quién va a obedecer: Si al Imperio Romano restaurado y convertido en unos Estados Unidos de Europa regidos por el cristianismo tradicional, ¡o si va a OBEDECER A DIOS!

 

Una señal de obediencia

 

     Hemos comenzado a darnos cuenta de que la marca de la bestia tiene que ver con la obediencia: si obedeceremos a Dios, o bien si rechazaremos sus mandamientos para obedecer el gobierno de los hombres.

     Tiene, pues, algo que ver con los mandamientos de Dios.

     Nótese que hay dos clases de personas: las que llevan la marca y las que no. Estas últimas la rechazan y sufren el martirio. Veamos ahora la descripción de quienes rehúsan llevar esta marca:

     "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús" (Apocalipsis 14.12).

     ¡Allí está! En los versículos 9-11 de este capítulo el tercer ángel advierte que los que tengan la marca de la bestia serán castigados con las plagas de Dios. En el versículo 12 dice que los santos que no tengan esa marca serán los que GUARDAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS.

     Los que tienen la marca son, entonces, aquellos que se niegan a guardar los mandamientos. La marca de la bestia se asocia con el hecho de rechazar los MANDAMIENTOS DE DIOS, o alguno de ellos, pues si quebrantamos uno somos culpables de todos (Santiago 2.10).

     Unas personas aceptan la marca de la bestia. Otras no la aceptan sino que guardan los mandamientos de Dios.

 

Señal de desobediencia

 

     Sea cual fuere la marca de la bestia, ella indica desacato al gobierno de Dios, a los mandamientos divinos. Para confirmarlo, veamos quiénes son los que alcanzan la victoria sobre esta marca:

     "Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos" (Apocalipsis 15.2-3).

    Esto corresponde a los hijos de Israel liberados, bajo Moisés, de la esclavitud en Egipto. Moisés fue representativo de Cristo y el faraón fue representativo y tipo de esta bestia. Las plagas que Dios derramó sobre Egipto fueron una muestra de las últimas plagas que caerán sobre Babilonia.

     Los hijos de Israel se detuvieron al borde del mar Rojo y Dios los salvó por medio de un milagro. Aquí los santos de Dios aparecen en pie sobre este mar de vidrio.

     Cantan el cántico de Moisés y el cántico del Cordero (Cristo). Moisés representa la ley y los mandamientos de Dios; el Cordero (Cristo) representa la fe y la salvación.

     Recordemos que la bestia es la entidad civil y humana del diablo. Apocalipsis 12 nos muestra a Satanás con gran ira "sabiendo que tiene poco tiempo" (versículo 12). Da comienzo entonces a una gran persecución o tribulación contra la Iglesia verdadera: contra los verdaderos santos de Dios. Esto ocurre inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo (versículo 13).

     Ahora veamos contra quién se dirige la ira de Satanás: "Entonces el dragón [Satanás] se llenó de ira contra la mujer [la verdadera Iglesia]; y se fue a hacer guerra contra el resto [la última generación] de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo [la Biblia]" (versículo 17).

 

ANTES DE DETERMINAR exactamente lo que es la marca de la bestia, es preciso identificar la bestia misma que el apóstol Juan describió en Apocalipsis 13.1-7.

 

    ¡Allí está de nuevo! Los que guardan los MANDAMIENTOS de Dios, los que acatan el gobierno divino y viven por cada una de sus palabras: por la BIBLIA, que es el testimonio escrito de Jesucristo. ¡Éstos serán perseguidos y martirizados por el diablo mediante su iglesia falsa y su imperio renacido!

     Pero Satanás conoce a los suyos, y los señalará con su marca para que no sufran este martirio y persecución, de la misma manera como Dios le puso una señal al pecador Caín para que los hombres no lo encontraran y mataran (Génesis 4.15).

     Los que no reciban la señal de Satanás (la marca de la bestia) serán víctimas de la ira de Satanás en la gran tribulación.

     Gracias a Dios, aquellos días serán acortados ¡por causa de los elegidos!

 

¿Quiénes sufrirán las plagas?

 

     Los habitantes de la tierra se dividen en dos clases. Unos, los que reciben la marca de la bestia, recibirán también las plagas de Dios. Si logramos identificar claramente a los que reciban esta ira de Dios, y si sabemos por qué Dios los castigará, habremos identificado la marca más claramente.

     En Efesios 5 Pablo dice a los Efesios que huyan de la fornicación, la codicia y la idolatría: transgresiones de los DIEZ MANDAMIENTOS. Luego dice que "por estas cosas [transgresiones de la ley de Dios] viene la ira de Dios [las últimas plagas] sobre los hijos de desobediencia" (versículo 6).

    ¡Es muy claro! La ira de Dios, o sea las siete últimas plagas, viene sobre quienes DESOBEDECEN a Dios quebrantando los mandamientos. ¡Las plagas vienen sobre los que tienen la marca de la bestia!

     Quienes sufren las plagas son los que violan los mandamientos de Dios y al mismo tiempo ¡son los que llevan la marca! Vemos ahora más claramente que la marca de la bestia representa la VIOLACION DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS.

     Podemos verlo nuevamente en Colosenses 3.5-6: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría [transgresiones de algunos de los 10 mandamientos]; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia".

     Esto mismo aparece en las profecías del Antiguo Testamento: "Cercano está el día grande del Eterno [el tiempo de la ira de Dios, de las últimas plagas]… Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto… Y [yo, Dios] atribularé a los hombres, y andarán como ciegos [recibirán las plagas, pero ¿por qué?], porque pecaron contra el Eterno" (Sofonías 1.14-17).

     ¿Qué es pecado? "El pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3.4). Es quebrantar los mandamientos de Dios.

 

La verdad se aclara

 

     Ahora repasemos. ¡La verdad empieza a aclararse!

     1) Es claro que la marca significa el rechazo y la infracción de los mandamientos divinos. Y en Santiago 2.10-11 Dios dice que basta quebrantar uno solo de los mandamientos para ser culpable de violar la ley.

     2) El verdadero autor de esta marca es el Imperio Romano. La marca es de la bestia, no de la mujer que cabalga sobre ella.

     3) La iglesia hizo engañar al pueblo para que recibiera esta marca.

     4) Satanás dotó a este Imperio Romano de fuerza y gran autoridad. Es el instrumento político con el cual trabaja para engañar al mundo.

     5) Quienes rechacen esta marca no pueden "comprar ni vender", es decir, comerciar, hacer negocios o conservar un empleo.

     6) Muchos de los que rechazaron esta marca sufrieron martirio, y lo sufrirán de nuevo, ¡por guardar los mandamientos de Dios!

     7) Por tanto, la conclusión clara e inevitable es que la marca, habiéndose originado en el paganismo del Imperio Romano, es algo que la iglesia impone, y que el maligno Satanás va a utilizar para ENGAÑAR astutamente a la gente haciéndola quebrantar los 10 mandamientos de Dios. Es algo que se relaciona directamente con el trabajo, con los negocios, con la labor de ganarse la vida.

     Satanás es astuto, y es embaucador. Hace falsificaciones y las hace pasar por verdaderas. Lógicamente, escogería aquel mandamiento de Dios que más se presta para ser reemplazado por otro sin que los hombres, con su propio razonamiento, se den cuenta del engaño. ¡Escogería aquel mandamiento que para la mente carnal humana pareciera el menos importante!

     No intentaría engañarnos con respecto a la idolatría, el hurto, el falso testimonio, el homicidio ni el adulterio, si bien ha llevado a mucha gente a cometer estos pecados.

     ¿CUÁL es el mandamiento que afecta el trabajo o los negocios del hombre?

     Solamente hay uno: el que la gran mayoría considera el "MÁS PEQUEÑO" de los mandamientos. Nos referimos al cuarto, que dice: "ACUÉRDATE del día de reposo para santificarlo… el séptimo día es reposo para el Eterno tu Dios".

    La mente carnal, que no ha recibido la revelación espiritual de Dios mediante su Palabra, considera que a Dios no le debe importar qué día escogemos para adorarlo.

     ¿Cuál fue el origen de la observancia del domingo? Ese día no tuvo su origen en la iglesia ¡sino en la religión pagana del Imperio Romano! Es el día en que los paganos se reunían al amanecer y, mirando hacia el oriente (como hacen algunas religiones el Domingo de Resurrección), adoraban al sol naciente.

     Fue Constantino, emperador de Roma, y no un papa, quien convirtió el domingo en día oficial de guardar para el cristianismo. ¡Pero fue la iglesia quien lo aplicó y logró su aceptación universal.

 

El martirio de los santos

 

     Millones de santos sufrieron la muerte precisamente por obedecer este cuarto mandamiento de Dios, por guardar el sábado como día de reposo. El Concilio de Laodicea, celebrado alrededor del año 363 d.C., promulgó el siguiente decreto: "Los cristianos no deben judaizar descansando el día sábado, sino que han de laborar aquel día y descansar el domingo. Pero si se encontrare algún judaizante sea declarado anatema de Cristo".

     La iglesia los hizo matar. Cuando declaraba que alguno era "anatema" (hereje), las autoridades estatales del imperio comenzaban a torturarlo, y si no se retractaba, ¡la tortura seguía hasta causarle la muerte!

     Las normas eran tan estrictas que no se podía conservar un empleo ni hacer negocios si no se trabajaba el sábado y se descansaba el domingo. Y nuevamente el mundo funcionará de tal manera que resultará casi imposible "comprar o vender" si no se recibe esta marca de la bestia!

     ¡Éste fue el ÚNICO MANDAMIENTO alterado por el Imperio Romano! En Daniel 7.25 leemos la profecía acerca de esta bestia y el surgimiento del cuerno pequeño (el gobierno político de la iglesia) que pensaría en CAMBIAR "los tiempos y la ley". Es decir, cambiaría la ley de Dios que trata del TIEMPO ¡el tiempo del sábado!

 

¿Qué es una marca?

 

     Ahora bien, ¿qué es una marca? Su uso en la Biblia es prácticamente sinónimo de "señal" y en algunos lugares se emplea así. La única diferencia es la siguiente: Una marca es una señal de identificación obligatoria. Los ganaderos marcan su ganado a la fuerza. Una señal también identifica, pero su aceptación y uso son voluntarios. El letrero que cuelga frente a un restaurante es una señal que identifica el establecimiento y dice qué es.

     La bestia, en asociación con la iglesia, empleó la FUERZA para imponer su marca en el mundo occidental. Se les impidió "comprar o vender". Los que insistieron en obedecer Dios y guardar su sábado sufrieron el martirio.

     En cambio, Dios no obliga a nadie. Él permite que decidamos libremente si lo vamos a obedecer o no, si aceptaremos a Cristo y si seremos o no hijos obedientes.

     Aun así, podríamos preguntar: ¿Es el sábado la SEÑAL de que somos cristianos y que le pertenecemos a Dios?

 

La señal de Dios

 

     ¡Sí, ciertamente! Fue una señal establecida después que Dios hubo celebrado y ratificado el pacto con Israel. Ese pacto antiguo tuvo una duración limitada y ha sido reemplazado por el nuevo. Pero lo que se haya establecido y ratificado después de que el antiguo pacto haya sido establecido y ratificado con sangre, no forma parte de ese pacto.

     Habían transcurrido 40 días desde aquella ratificación cuando Dios celebró otro pacto nuevo y diferente entre Él y los que formarían su pueblo, y este pacto era independiente del antiguo pacto, y era eterno. No era un pacto temporal sino para todas las generaciones, PARA SIEMPRE.

     Lo encontramos en Éxodo 31.12-17: "Habló además el Eterno a Moisés, diciendo… En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo [sábados]; porque es SEÑAL entre mí y vosotros por vuestras generaciones". Y las generaciones de Israel aún continúan en la actualidad. (Para un estudio más detallado de este tema no deje de solicitar dos publicaciones importantes: La Llave Maestra de la Profecía y ¿Cuál es El día de reposo cristiano?)

     ¿Por qué es una señal? ¿Identifica a Dios para nosotros? ¿Nos identifica a nosotros como suyos? La Palabra de Dios dice: "…para que sepáis que yo soy el Eterno que os santifico".

     ¡Comprendamos el significado profundo de estas palabras! El sábado es una SEÑAL para que SEPAMOS que el Eterno es el Dios verdadero. Identifica a Dios para que sepamos quién es. ¿Cómo? Leamos el versículo 17: "SEÑAL es para siempre… porque en seis días hizo el Eterno los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó".

    Es la conmemoración de aquel día en que Dios reposó de la labor de crear. Dios siempre se identifica en la Biblia como el Creador. ¿Cómo distinguiremos el Dios VERDADERO de todos los falsos?

     El Dios verdadero creó todo lo que hay, incluso aquellas cosas que los hombres han adorado como dioses. Algunos adoran el sol. Pero el Eterno, el Dios verdadero, creó el sol y lo gobierna. Otros adoran ídolos de piedra o madera. Pero el Dios verdadero creó aquellos materiales y también creó a los seres humanos que fabrican los ídolos.

     El sábado es el día de reposo de Dios, no de los judíos. La Biblia no hace mención alguna del "sábado judío". El sábado identifica a Dios como el CREADOR.

     El sábado fue hecho PARA EL HOMBRE. Así lo afirmó Jesús (Marcos 2.27). Dios creó el sábado cuando creó al hombre (Génesis 2.1-3). Fue creado… y su Creador fue Cristo, el Jehová o Eterno. Por tanto, ¡Él es Señor del sábado!

     Dios lo creó para que el hombre mantuviera vivo el conocimiento de la IDENTIDAD del Dios verdadero, ¡para protegerlo de la idolatría! La historia demuestra que toda nación que no ha guardado el sábado de Dios ha adorado a dioses falsos ¡y no ha conocido al Dios verdadero! Cuando los israelitas dejaron de guardar el sábado de Dios, cayeron en la idolatría (Ezequiel 20.5, 11-13, 17-21).

     ¡DIOS ENVIÓ A ISRAEL Y JUDÁ AL CAUTIVERIO PRECISAMENTE POR QUEBRANTAR EL SÁBADO!

     Ahora volvamos a Éxodo 31.17-18. El sábado también es la señal que nos identifica como propiedad de Dios. PERTENECEMOS a aquel que obedecemos, como nos dice Romanos 6.16. Esta señal nos muestra que Él es el Eterno "…que os santifico".

     Santificar significa apartar para un fin espiritual. El sábado nos aparta del mundo como personas que OBEDECEN a Dios y le pertenecen.

     ¿Acaso habría algún otro motivo para guardar el sábado, salvo el de OBEDECER A DIOS? ¿Acaso habría alguien dispuesto a contrariar las costumbres, a invitar la persecución y a apartarse como diferente por alguna razón humana? ¿Guardaría el sábado un ateo? ¡EL SÁBADO IDENTIFICA AL PUEBLO DE DIOS!

     El pueblo de Dios, como vimos arriba, se identifica como aquellas personas que GUARDAN LOS MANDAMIENTOS DIVINOS. El mundo reconoce los nueve mandamientos restantes. El único rechazado por todos es el cuarto. EL único que nos aparta del mundo, que nos IDENTIFICA como pertenecientes a Dios, es el SÁBADO. Éste es SEÑAL de Dios.

     El versículo 16 nos dice que es un PACTO PERPETUO. ¡Es por sí solo un PACTO! No es parte del antiguo pacto ni es parte de la ley de Moisés. Fue algo que se estableció después, y constituye un PACTO DIFERENTE y perpetuo.

     Veamos el versículo 17: "Señal es PARA SIEMPRE entre mí y los hijos de Israel". Por lo tanto, es un PACTO, y ¡es PARA SIEMPRE!

     Cuando Dios lo dio a los israelitas físicos nacidos de la carne, este pacto decretaba la pena de muerte para quien violara la señal. Hoy, como los levitas y jueces no están administrando la pena de muerte (2 Corintios 3.7-8), y como todos los creyentes de cualquier nación del mundo, sea israelita o gentil, han sido injertados en la Israel espiritual (Romanos 11.24), quien rehúse guardar esta señal incurre también en la pena de muerte: la segunda muerte.

     "El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios…?" (Hebreos 10.28-29).

 

La mano y la mente

 

     Dios dice que la pena del pecado es MUERTE! Pecado es la infracción de la ley. Si quebrantamos este mandamiento únicamente, ya somos culpables, ¡y el castigo es la MUERTE!

     La Iglesia Romana hizo que la gente recibiera la marca de la Roma pagana: el día domingo que se guardaba en todo el Imperio Romano, y al que desobedecía ¡lo castigaban con la MUERTE! Así mataron a 50 millones de personas, según narra la historia.

     El sábado es el ÚNICO mandamiento que el mundo no acepta con su MENTE (la frente) y que no OBEDECE (con el trabajo o el descanso, con la mano). Es el ÚNICO mandamiento que puede distinguir entre los que tienen la MARCA DE LA BESTIA y los que tienen la SEÑAL DE DIOS.

     Ahora bien, el libro de Apocalipsis está escrito principalmente en símbolos. La mano derecha simboliza el trabajo y la frente representa el intelecto o la mente. Tiene que ver con lo que CREEMOS (la mente) y con lo que OBEDECEMOS (la mano).

     ¿Y la señal de Dios? ¡Ésta también se recibía en la frente y en la mano!

     Respecto de un sábado anual de Dios, leemos: "Y te será como una SEÑAL sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos [o 'entre tus ojos', es decir en la frente], para que la ley del Eterno esté en tu boca" (Éxodo 13.9).

     Deuteronomio 6.1, 6-8: "Estos, pues, son los mandamientos… Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón… Y las atarás como una SEÑAL en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos".

     Deuteronomio 11.18: "Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como SEÑAL en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos".

     Ver también Proverbios 7.2-3 y Apocalipsis 7.3-4; 14.1.

     ¡Hay pruebas absolutas! Sí, la verdad es muy clara.

     El sábado es la señal de Dios que, más que cualquier otro mandamiento, representa la OBEDIENCIA. Estaba simbólicamente en la mano y en la frente, tal como la marca de la bestia (el domingo pagano) se llevaría en la mano derecha y en la frente.

     La observancia del domingo, así como la Navidad, el Año Nuevo y el Domingo de Resurrección, ¡constituyen la marca de la bestia!

     La iglesia hizo que todos los habitantes del "Sacro Imperio Romano" recibieran esta marca en la Edad Media. Los miembros de la iglesia no sólo debían guardar el domingo en vez del sábado, sino que esto se convirtió en costumbre universal, de tal modo que el mundo occidental, independientemente de las creencias o connotaciones religiosas, aceptó el domingo en vez del sábado como el día de descanso semanal.

     Es algo universal en el mundo occidental, excepción hecha del judaísmo, el islamismo, algunas sectas dentro de la comunidad cristiana y aquellos pocos que Dios ha llamado a salir de este mundo y formar parte de su Iglesia verdadera.

     ¿Ha logrado la Iglesia Romana que la gente reciba esta marca?

     Actualmente no tiene PODER para obligar a todo el mundo a recibir la marca. Sin embargo, pronto surgirán los Estados Unidos de Europa, una alianza de 10 naciones. ¡Esta será una UNIÓN DE IGLESIA Y ESTADO! Entonces la iglesia cabalgará de nuevo sobre la bestia.

     Ahora leamos Daniel 7.21-22: "Y veía yo que este cuerno [el gobierno político de la iglesia] hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días [la segunda venida de Cristo], y se dio el juicio a los santos del Altísimo".

     Sí, ¡la marca de la bestia será impuesta obligatoriamente! Sin ella nadie podrá conservar su empleo ni hacer negocios. Quienes se opongan sufrirán de nuevo el martirio y la tortura, probablemente a manos de la policía secreta del estado, ¡pero a instancias de la iglesia!

     Hoy todas las naciones están engañadas por este paganismo disfrazado de "cristianismo". Todas han seguido el camino de "Babilonia".

     La última advertencia de Dios es esta: "SALID de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de SUS PLAGAS" (Apocalipsis 18.4).

     Si usted lleva esta marca, que es un rechazo a la SEÑAL de Dios en la frente y en la mano, ¡sentirá la tortura de las plagas de Dios! Sí, ¡USTED!

     Pero si OBEDECE a Dios, si está velando y orando sin cesar, será tenido por digno de ESCAPAR y de estar bajo la PROTECCIÓN DE DIOS (Lucas 21.36).þ